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¿Sabías que Bogotá es la ciudad más congestionada del mundo?

Fueron varios los titulares de prensa que cubrieron la noticia que Bogotá ocupó el primer lugar en el índice INRIX de congestión vehicular del mundo. Nada sorprendente, si se tiene en cuenta que Bogotá siempre encabeza, ésta y otras listas relacionados con congestión vial y que poco se ha hecho.

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Tomado de: inrix.com

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Ahora bien, si bien este deshonroso primer puesto es preocupante ya que los problemas de movilidad afectan no sólo la calidad de vida y productividad, vale la pena tomar este titular con algo de reserva. 

El problema de este índice es que mide únicamente la movilidad vehicular. Por lo tanto, realizar esfuerzos para mejorar este índice podría desviar el debate en lugar de enfocarlo en mejorar los viajes en transporte público, a pie y otros medios alternativos (como la bicicleta eléctrica).

Para comenzar el índice «mide el tiempo perdido en carro respecto a la situación sin tráfico (flujo libre)” 

En Bogotá, el total de viajes diarios se calcula en 13 millones, de los cuales aproximadamente 16% corresponden a viajes en automóvil. El resto de los viajes, también se encuentran atrapados en el trancón “como el 18 por ciento en bus (SITP zonal y SITP provisional) y el 5 por ciento en taxi. Las motos (5,5 por ciento) pueden tener alguna afectación (menor que los otros modos motorizados).

Por otro lado, los viajes a pie (23,9 por ciento), en Transmilenio (18 por ciento) y en bicicleta (6,6 por ciento), no están incorporados en esta medición. Lo que no significa que sean eficientes o menos problemáticos. 

Por ejemplo, según la encuesta “Bogotá Cómo vamos”, en el Distrito persisten importantes retos en la calidad de vida: se mantiene la inconformidad ciudadana con el servicio del transporte público (particularmente con Transmilenio y SITP). 

En el último año, el 55% de los ciudadanos percibió que sus trayectos habituales duraron más tiempo (se estima que los recorridos promedio en Transmilenio son de 2 horas trayecto/persona).

Tomado de: Encuesta de Percepción Ciudadana 2019

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Y en consecuencia sigue en aumento la preferencia de los bogotanos por modos como la motocicleta y el vehículo particular.

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¿Si el problema es la congestión vehicular, entonces por qué no mejorar la infraestructura?

La falsa creencia que “el problema de Bogotá es la falta de autopistas y vías en buen estado”, está lejos de ser la solución más eficiente. El aumento y mejoramiento de infraestructura vial no soluciona el trancón, todo lo contrario, lo empeora. Al respecto, la Ley 1811 de 2016 establece que los artículos 9 y 17 antes citados, son normas específicas aplicables a la bicicleta y triciclo. Nada menciona sobre patinetas eléctricas o scooters eléctricas. (Ver: Documento de trabajo de economistas de la Universidad de Barcelona). 

Raúl Hidalgo, en reportaje en la Silla Vacía explica que  “la generación de capacidad vial baja el costo de viajar en carro (tiempo de recorrido), e induce más viajes en carro, anulando rápidamente el efecto de descongestión inicial”. 

Con el agravante que una vez las personas escogen el carro como su medio de transporte, es muy difícil bajarlos de nuevo para que usen una bicicleta, bicicleta eléctrica, patineta eléctrica, triciclo o transporte público. 

Lo anterior, va en contraste de lo que los bogotanos piensan, en el que más del 33% opina que lo que debe hacerse es ampliar la malla vial y mejorar el respecto por las normas de tránsito. Solo el 13% opina que debe mejorarse y promoverse el uso de medios alternativos de transporte, y tan sólo el 23% mejorar el sistema público (el mundo al revés).

“Los ciclistas son considerados actores viales como cualquier vehículo automotor, y por lo tanto, tienen derecho de usar y disponer de un carril entero de la vía, así coexista infraestructura de cualquier tipo (bicicarril, cicloruta, anden para bici)”La liebre

Tomado de: Encuesta de Percepción Ciudadana 2019

¿Y entonces cuál es la solución?

Tal parece que lo que mejor ha funcionado en otros lugares es la combinación de soluciones de transporte que integren, transporte público de calidad, infraestructura que garantice la seguridad de todos los actores viales (vehículos, bicicleta y otros medios, y caminar), políticas públicas que desincentiven el uso del carro y mejorar la cultura de la movilidad alternativa. 

El problema para Bogotá es mucho más difícil porque Bogotá se raja en todas las anteriores: transporte público, infraestructura integral, cultura, etc. El distrito está en mora de aproximarse al problema y lograr, soluciones integrales que incluyan la “combinación” de alternativas de transporte que se mencionaron más arriba. 

A pesar de las fuertes críticas en redes sociales que ha recibido la alcaldesa mayor de Bogotá por la ampliación de los bicicarriles, y buscar promover el uso de la bicicleta y demás medios alternativos, lo cierto es que es la solución más económica y eficiente. El metro y demás inversiones en infraestructura, no sólo son costosas, sino que tardaran tiempo. Y mientras tanto, los bogotanos todos seguimos atrapados en trancón.

No por nada es que el año pasado, en Europa el uso de las bicicletas eléctricas aumento significativamente. En Alemania, la compra de bicicletas eléctricas superó por primera vez la compra de carros eléctricos.

Tomado de: Roman Meliska

Así que sin resolver estos problemas, lo más seguro es que Bogotá siga encabezando la lista de las ciudades más congestionadas en tráfico vehicular. Y que el resto de sus ciudadanos que no hacen uso de vehículos no tengan más opciones que optar por transporte público costoso y de baja calidad, infraestructura para bicicletas y demás medios alternativas incipientes y poco incluyentes. 

En conclusión, al parecer Bogotá es el mundo al revés.

Escrito por: La Liebre