LiebreNaranja

¡CONFIAMOS EN TI, POR ESO TE FINANCIAMOS!
ciclomotores

Indíce de contenido

Resolución Ciclomotor

Bogotá 10 Febrero

El generoso gesto del influencer destaca problemas más profundos en la movilidad urbana y las luchas de los trabajadores de entrega

Table of Contents

La generosidad del influencer, que fue cubierta por muchos diarios como el Espectador aunque encomiable, es una solución Band-Aid a un problema profundo.

El incidente pone a la luz cuatro desafíos críticos:

1. Trabajadores de entrega que dependen de bicicletas con motor de combustión:

Muchos trabajadores de entrega dependen de *ciclomotores* porque son asequibles y eficientes para navegar por ciudades congestionadas. Sin embargo, estos vehículos son altamente contaminantes e inseguros, transitan a altas velocidades y han sido prohibidos en algunas ciudades. 

2. El papel de las plataformas de entrega:

Empresas como Rappi, Uber Eats y otras han revolucionado la logística urbana, pero a menudo no proporcionan un apoyo adecuado a sus trabajadores. Los trabajadores de entrega suelen clasificarse como contratistas independientes, lo que los deja sin beneficios, seguro o asistencia para adquirir vehículos adecuados. Ni Rappi ni las otras plataformas, ven este problema como «suyo», sino que se entienden como grandes plataformas que promueven empleo y solucionan una necesidad de los consumidores. Los problemas de medio ambiente, tráfico etc., no los ven como propios. Tampoco promueven el uso de otras alternativas como bicicletas eléctricas, bicimotos eléctricas, patinetas eléctricas etc. 

3. Regulaciones obsoletas:

Las actuales regulaciones de movilidad urbana en ciudades como Bogotá están mal equipadas para abordar el aumento de los trabajadores de la economía gig y sus necesidades de transporte.

En particular, la Resolución 160 de 2017, pretendió convertir a Bogotá en Amsterdam.

Buscó promover únicamente un (1) tipo de vehículo (bicicleta eléctrica con limitaciones muy específicas en potencia, peso, velocidad y peso), que se adecua a las condiciones de los mercados europeos, pero que ha probado ser ineficiente e inadecuada para el caso colombiano y en consecuencia, su aplicación es casi que nula. 

Esta política a menudo ha buscado penalizar a los trabajadores y usuarios de medios de transporte alternativo que no se adecuan a la normatividad (bicimotos, patinetas eléctricas), sin ofrecer alternativas viables y asequibles.

4. Deficiencias de los reguladores:

Si bien las autoridades tienen razón en hacer cumplir las leyes de tráfico y medio ambiente, su enfoque a menudo carece de empatía y no tiene en cuenta las realidades económicas de los trabajadores de entrega. Impedir el uso de vehículos sin proporcionar soluciones exacerba el problema, como en el caso de la mencionada Resolución que se ha quedado obsoleta.

LA SOLUCIÓN

El regalo del influencer, aunque estimulante, hace poco para abordar estos problemas sistémicos. Una sola motocicleta no puede resolver los desafíos que enfrentan miles de trabajadores de entrega que luchan con condiciones de trabajo precarias, transporte inadecuado y obstáculos regulatorios.
Recomendaciones para una solución sostenible

Para abordar este problema, es esencial un enfoque multisectorial:

 1. Plataformas de entrega: 

Las empresas deben asumir una mayor responsabilidad por sus trabajadores. Esto podría incluir subvencionar bicicletas, patinetas, bicimotos eléctricas, bicicletas eléctricas o motocicletas eléctricas, proporcionar seguros y abogar por mejores protecciones laborales.

 2. Gobierno y Reguladores:

Deberían introducirse regulaciones actualizadas para adaptarse a la economía de conciertos, incluidos incentivos para la transición a vehículos respetuosos con el medio ambiente y la creación de opciones de financiación asequibles para los trabajadores. Esto implica entender las condiciones socio-económicas, geográficas, etc., nacionales, y no pretender copiar a puño y letra legislación extranjera que termina siendo «letra muerta». En otras palabras, es un llamado a la cordura y a ser pragmáticos: Colombia NO es Europa.

De igual forma, Las ciudades deben invertir en infraestructuras que apoyen la movilidad sostenible, como carriles para bicicletas y estaciones de carga para vehículos eléctricos., 

3. La sociedad civil y los influenciadores:

Si bien los actos individuales de bondad son valiosos, los influenciadores y los activistas pueden amplificar los llamamientos para el cambio sistémico, empujando a las plataformas y a los responsables políticos a actuar.

 

3. La bicimoto

En otros países que también cuentan con plataformas de entrega rápida, esta necesidad ha sido resuelta con el uso de bicimotos eléctricas que logran llenar las necesidades de los domiciliarios. Limitadas en su velocidad hasta 30km/h, son vehículos multi-uso, que sirven para carga, recreativos y de movilidad urbana. Marcas como AIMA, Segway,  Yadea, etc., lideran en el mundo con más de 350 millones de unidades rodando. 

Conclusión

La historia viral del influencer y el trabajador de entrega es un microcosmo de un tema mucho más grande. Destaca la necesidad urgente de soluciones colaborativas que aborden las causas fundamentales de los desafíos de la movilidad urbana. Si bien la generosidad puede inspirar, solo el cambio sistémico puede garantizar que los trabajadores de entrega, y las ciudades a las que sirven, puedan prosperar de manera sostenible y equitativa.
Esperemos que esta historia provoque no solo admiración, sino acción.

Bicicleta eléctrica

bicicletas eléctricas

Bicicleta electrica

Segway moto eléctrica

¿Y qué es un ciclomotor?

Según la Resolución 160 de 2017 del Ministerio de Transporte los ciclomotores, tricimotos y cuadriciclos son:

«Vehículos de dos (2) ruedas, provisto de un motor de combustión interna o eléctrico, de cilindraje no superior a 50 cm3 si es de combustión interna ni potencia nominal superior a 4 kW si es eléctrico».

En otras palabras, muchos tipos de vehículos de movilidad eléctrica personal.

¿qué entiende la Secretaria por ciclomotor? El vehículo de la discordia

A pesar que la definición de la Resolucíon 160 es muy amplia, para la Secretaría ciclomotores son (i) todas las bicicletas con motor de combustión usadas por domiciliarios, (ii) vehículos eléctricos parecidos a motos con motor mayor a 350wts:

Y en todas estás … ¿Qué pasa si tengo  una bicicleta eléctrica?

NADA de que preocuparse siempre que sea una bicicleta eléctrica.  
 
Una bicicleta eléctrica en Colombia (para no ser considerada ciclomotor) debe:
  1. Potencia motor: estar equipada con un motor auxiliar con potencia nominal continua no superior a 350wts;
  2. Tener pedaleo asistido: (la potencia del motor funciona como apoyo al esfuerzo muscular del conductor, y debe disminuir progresivamente conforme se aumente la velocidad del vehículo)
  3. Límite velocidad: La potencia de apoyo del motor se suspenderá cuando el conductor deje de pedalear o el vehículo alcance una velocidad de 25 km/h;
  4. Peso: el peso nominal de una bicicleta asistida no deberá superar los 35 kg”.
 

 A pesar de lo anterior, la REALIDAD es otra. Caulquier vehículo eléctrico con un motor de menos de 350wts con pedales y con una silla, será considerada bicicleta eléctrica. 


Así que si encuentran algún vendedor que te ofrezca una «bicicleta eléctrica» que no cumpla con todas estas características, pues estarás poniéndote en riesgo. Ahora bien, en la práctica, la verdad es que la aplicación de la norma es casi imposible. 

Diferenciar capacidad de motor, velocidad o peso, resulta muy difícil para los policías que apliquen la norma.

 A pesar que la caracterización de una patineta eléctrica cabe dentro de la definición de Ciclomotor, la Secretaría de Movilidad afirma que no busca incluir a las patinetas. Por lo tanto, NO estarán regulados. 

Sin embargo, el riesgo es inminente, en especial, porque los policías que hagan aplicación de la norma, podrían tener su propia interpretación del artículo y como una patineta tiene dos ruedas y un motor eléctrico menor de 4,000 wts, pues podrían ser categorizados como ciclomotores. 

 

También te puede interesar:

El Problema con los ciclomotores:

¨algunos de estos vehículos (en especial las bicicletas de combustión) son una moto¨

Es suficiente con salir a cualquier calle de Bogotá para evidenciar que estas condiciones no se cumplen. Contravías, alto velocidad, invasión de andenes, ciclorurutas y ciclovías, es el pan de todos los días de miles de domiciliarios que buscan su sustento, bajo el ala irresponsable de empresas que no les proporcionan condiciones adecuadas de seguridad laboral, seguridad vial y/o vehículos de trabajo.

En la capital, estos motores de combustión interna están prohibidos desde 2010, de acuerdo con el plan decenal de descontaminación del aire. Algo que no parece importarle a la Alcaldía que prefiere cerrar los ojos ante las crecientes problemáticas que enfrenta la ciudad.

El problema con estos vehículos es que en la práctica son una moto y no una bicicleta, pero sus conductores se han empeñado en utilizar el espacio dedicado para estas últimas, y/o usar las calles de manera inapropiada (ej. contravías, alta velocidad), en reiteradas ocasiones violando toda norma de tránsito.

Los ciclomotores tienen el potencial de alcanzar altas velocidades (hasta 50km/h), que los ciclistas que se impulsan con sus piernas e incluso con bicicletas asistidas no alcanzarán jamás, y por lo tanto generan mayor riesgo de ocurrencia y gravedad de siniestros viales (que no se refleja en las estadísticas oficiales, porque no hay cómo clasificarlos bien en los informes).

Lo anterior, sin considerar el peligro que representan muchos de esos ciclomotores cargados de gasolina (muchos domiciliarios cargan botellas llenas de gasolina para tanquear), y el peligro al que se exponen al no llevar indumentaria apropiada.

Además, las emisiones de material particulado, hidrocarburos y otros contaminantes atmosféricos que generan estos motores están muy por encima de los motores de cuatro tiempos de otras motocicletas.

Sin embargo, la popularidad de estos vehículos tiene una causa muy clara. Y esa causa no está en las calles, sino en los teléfonos celulares: el modelo económico de aplicaciones como Rappi que termina generando incentivos perversos para que sus domiciliarios opten por este engendro de bicicleta y moto que reduce sus costos y les permite cumplir con las entregas que llegan a tener límites de tiempo inverosímiles.

También te puede interesar: Una bici con motor de gasolina es una motocicleta. 
 
 

Qué dicen los expertos en relación a las bicicletas de gasolina?

Darío Hidalgo, investigador en movilidad y docente de la Universidad Javeriana, califica como un “desastre” para la seguridad vial y el medioambiente las bicicletas y triciclos motorizados.

“El más grave es desde el punto de vista de seguridad. Son altamente peligrosas, porque desarrollan velocidades de 25 y 30 km/h o más, y circulan donde hay vehículos no motorizados a velocidades menores e intersecciones con peatones, y tienen interacción con camiones y buses”.

“Y desde el punto de vista ambiental –insiste–, aunque son motores pequeños, son altamente contaminantes, porque no tienen ningún sistema de control de emisiones y afectan directamente la calidad del aire, además de ser ruidosos”.

El experto llama la atención en que en Bogotá están prohibidas por decreto y que a nivel nacional no existe reglamentación que permita su utilización. “No se pueden matricular y no tienen placa, no se les puede hacer revisión técnico- mecánica y tampoco se les exige Soat”, dice Hidalgo, quien, no obstante, señala que en el uso de las ciclorrutas hay una “zona gris” porque se podrían considerar de pedaleo asistido (como las bicicletas eléctricas, que están autorizadas), aunque “muchos no usan los pedales o los tienen de lujo”.

Vacíos legales de bicicletas de gasolina en otros países. Lee más aquí:
 

Escrito por: Liebre